Hace tiempo que cada mes reuno en un CD la música que voy encontrando o que me encuentra a mi. Oigo esa música cuando despierto, cuando subo a la bicicleta o cuando voy a dormir. Durante un mes escucho las novedades y trato de imaginar qué debe ser componer música y cómo es el lenguaje del sonido, no simbólico pero efectivo también comunicando sentimientos y emociones.
…“Nos gustaría que nos contara cómo se enamoró del cine y cómo lo entiende actualmente”
Me enamoré de pequeño, la primera vez que puse los pies en el cine, con 5 o 6 años y para mi fue como una verdadera revelación y que desde ese momento no he hecho otra cosa más que intentar entender el milagro que se produce con las películas, intentar saber más, y que verdaderamente creo que es lo único que he hecho en la vida y es lo único que sigo haciendo…
Hay días en que se renquea por esta vida con la fatigosa rutina a las espaldas, con el corazón tan encogido por las urgencias que hasta el alma se ha divorciado de él. Luego escuchas en la radio que una estrella se está comiendo a su planeta en una lenta agonía que durará diez mil años. Piensas en ese lento morir del planeta o en su feliz final de ser parte de su estrella. En este caótico y errático pensamiento andaba yo cuando es noticia el estreno de "BAARÍA" y junto al nombre de su director (Giuseppe Tornatore) se menciona al creador de su banda sonora (Ennio Morricone). De Giuseppe recuerdas la magia de "Cinema Paradiso" y el corazón se te despierta. De Ennio recuerdas "La Misión" y el alma se me pone a temblar porque sabe que algo se le va clavar. ¿Qué será Baaría? ¿Mojará de emoción lo que el sol de la rutina deja cada día reseco y cuarteado? Necesito que alguien crea en los milagros y este director lo hace, crea, emociona, te hace tener cinco años y se te revela, para enseñarte que, en la rutina más ardiente, cabe una cristalina y enorme gota capaz de empapar y humedecer el alma, con la misma intensidad con la que el beso renueva y reaviva el latido de quien incluso cree que ya ni tiene corazón.
Ayer en clases de inglés nos presentaron la "verdadera historia de Robin". Fue curioso conocer como somos capaces de construir un mito y crear una leyenda con tal o tal cosa de aquí y de allá, hasta hacer todo un cuento con moraleja incluida. Imagino que la capacidad para crear historias... buenas historias... y para contarlas... y contarlas bien... no se agota. Luego si cogemos a un gran director "Ridley Scott", buscamos actores y actrices de reconocido prestigio (lease Russell Crowe -Robin Hood-, William Hurt -William, Cate Blanchett -lady Marian-, Mark Addy -Tuck-, Mark Strong -Sir Godfrey-, Eileen Atkins -Eleanor-, Danny Huston -rey Ricardo-, Matthew Macfadyen -sheriff de Nottingham-, Kevin Durand -Little John-). Añadimos la pasta gansa necesaria para una superproducción -Universal Pictures-. Un guionista -Brian Helgeland-, un buen director de fotografía-John Mathieson - y un compositor -Marc Streitenfeld-, pues... al final nos encontramos con esto:
En el blog de David Vega se comenta toda la BSO de la cinta. Y en Youtube aparece una amplia recopilación de sus temas. Yo que ya he bicheado por todas, coincido en que ésta es una de las más bonitas:
Pero para gustos los colores, y como sobre gustos no hay nada escrito pues... oigan y juzguen por oidos propios, basta con dejar que la magia de la música y la del cine les inviten a parar su mundo y escuchar su corazón... después de todo, hay pocas cosas mejores que una buena pantalla de cine, un buen cartucho de palomitas (las dulces terminarán matandome... lo veo venir, pero no puedo evitarlo) y esta música:
sonando en los preambulos que siguen a ese apagón final entre los anuncios y el comienzo de la historia que durante las dos próximas horas me pertenecen única y exclusivamente a mi... Buena semana a quien me lea... y si no me leen, bueno... "Paz en el mundo"... como dicen algunas aspirantes a Miss no se qué...
Greta Garbo inició su carrera como actriz en Suecia, en la época del cine mudo.
Fue nominada como mejor actriz por la Academia Americana de Cine en 1930, 1932, 1937 y 1939, pero nunca recibió un Óscar. Cuando en 1954 le ofrecieron el Óscar honorífico lo rechazó porque «no quería verle la cara a nadie».
Greta Garbo fue asociada a la frase «Quiero estar sola», si bien ella precisó: «Quise decir que me dejen en paz, lo que es diferente».
Con el galán John Gilbert rodó tres películas casi consecutivas de gran éxito. Iniciaron un idilio y decidieron casarse, pero Garbo no se presentó a la boda.
Fue conocida con los apodos de «La divina» y «La mujer que no ríe».
Su vida siempre estuvo rodeada de misterio y de múltiples preguntas que jamás respondió.
Garbo dejó el mundo del cine a la temprana edad de 36 años y vivió el resto de su vida en un departamento en Nueva York cerca de Central Park, totalmente retirada y evitando cualquier contacto con los medios informativos.
Siempre se rumoreó el bisexualismo de Garbo, incluso relaciones lésbicas, la principal con Marlene Dietrich, con quien siempre guardó distancia. Incluso en una entrevista al preguntarle sobre la Dietrich Greta respondió con despecho: «¿Y quién es esa Marlene de quien me hablan?». (Wikipedia)
Si el misterio fuese persona, sería mujer porque sería ella. Hace poco vi un corto en blanco y negro y me vino a la mente la imagen lánguida y silente de esta estrella del cine, de la que se llegó a decir que era incapaz de sonreir. Por mucho que se escriba de ella, jamás se la conocerá, porque ella así lo decidió, decisión que no ha sido demasiado respetada pues la prensa la acosó hasta casi su muerte. Pronto se retiró del escaparate del cine y en lo poco que dejó, sin lugar a dudas dejó lo suficiente para que la historia le haga un lugar, creo que más que merecido.