viernes, 30 de septiembre de 2011

Para poder abrir los ojos a veces hay que cerrarlos

Esta entrada es sólo el eco de una noticia. Siempre bromeo con una amiga acerca de la meditación. No es casual que tropiece tantas veces con el mismo tema. Empiezo a pensar que la vida me está insinuando poner mi atención dentro de mi y no tanto fuera. Dicen que quien mira para afuera sueña y quien mira para adentro despierta (Carl Jung).



Hoy en clase, buscaba un vídeo para apoyar mi discurso y "casualmente" encontré una entrada de un blog que hablaba de aprender. "Aprende a sonreír aunque tengas ganas de llorar".

Total, que necesito seguir aprendiendo, y lo gracioso es que tengo que aprender cosas tan básicas como respirar, sonreír, o despertar... Nunca sospeché que a mi edad necesitase volver al principio de todo, a lo que se supone que se hace de forma inconsciente simplemente después de nacer. Nunca imaginé a mi edad saber tan poco o que haya tanto nuevo que aprender. Al menos sé que después de autocompadecerme me queda una bonita tarea por hacer... construirme, reeducarme, reinventarme, crecer, ... madurar...   No son trece verdades como las de India Martínez, son las mías, por cierto, interesante que conozcan también las suyas, si lo desean, una aproximación a su música es este nuevo disco "Trece Verdades". 



jueves, 1 de septiembre de 2011

Solo el tiempo- Enya

Hace mucho, mucho tiempo me decidí a escribir un blog, con mil motivos o con mil excusas, no sé bien... Hace, solamente, un tiempo se me acabaron las excusas o motivos y no hubo nada que escribir. Hoy no ha nacido nada nuevo, no hay mucho que contar, o que contarme, y sin embargo, me apetece escribir aquí, no se si movida por la necesidad de reconocerme en el futuro, de saber quien fui y si me pareceré a eso que yo quería ser. Supongo que por momentos me siento desdibujada, y con el traje de mujer invisible, formo parte del paisaje, pasando inadvertida incluso para quien lo mira, otras sé bien que en ese paisaje disto mucho de protagonizar algún detalle importante, pero como dijo Louis Kahn, hasta un ladrillo tiene vocación de ser algo más. Estoy en fase de construcción y éste es el ladrillo de hoy.

Como siempre, por no variar, o por aquello de que hay ciertas cosas que nunca cambiarán, la música acompaña a todas estas letras que forman parte de una necesidad.



¿Quién puede decir dónde va el camino? ¿Donde fluye el día? Solamente el tiempo. ¿Y quién puede decir si su amor crece como su corazón eligió? Solamente el tiempo. ¿Quién puede decir porqué sus suspiros del corazón, como su amor, vuelan? Solamente el tiempo. ¿Y quién puede decir porqué grita su corazón cuando miente su amor? Solamente el tiempo.                                                                                                                    
¿Quién puede decir cuando los caminos se encuentran, que ese amor pudo ser en su corazón? ¿Y quién puede decir cuando duerme el día, si la noche guarda todo su corazón? ¿Quién puede decir si su amor crece como su corazón eligió? Solamente el tiempo. ¿Y quién puede decir dónde va el camino? ¿dónde fluye el día? Solamente el tiempo.