viernes, 6 de enero de 2012

Todo lo que empieza tiene un final


Allá por agosto de 2008, empecé con mucha ilusión un proyecto. Creo que quería ser yo misma y lo he acabado siendo. Cuando vuelvo la vista atrás y miro aquella sensación recuerdo que existía un motivo. La realidad lo ha diluido y vuelve a hacerme inalcanzable alcanzarlo. 

Lo bueno de este blog ha sido perderle el miedo a este mundo de la tecnología y haber podido contar un tiempo de opiniones ajenas. Lo malo es que no he sabido darle calor a este lugar ni de hacer de las mías algo interesante. Al final he hecho cierto aquello de que no se le puede pedir peras al olmo. 

Cierro oficialmente el blog y certifico la evidencia oficiosa de su final, y es que hay gente que no se entera y una es de ese tipo de gente. Casi nadie sabe que es un bicho raro hasta que lo descubre demasiado tarde. 

lunes, 2 de enero de 2012

Teoría de la diversión

Al parecer, según esta teoría, las personas, independientemente de su edad, son capaces de disfrutar de cualquier tarea, siempre que ésta le resulte divertida y placentera. A fin de cuentas, de lo que se trata es de llegar a sentirse mejor en el momento de hacer algo que, al parecer, suena a obligatorio. De alguna forma persiste en las personas adultas el gusto por el juego, en el más noble sentido de la palabra.

¿No has sentido ganas de patinar en esos suelos abrillantadísimos de cualquier gran aeropuerto o de un hospital? Demasiada gente mirando nos inhibe, pero tiene que ser una pasada deslizarse sobre ese suelo como surfista sobre la ola. No lo hacemos. Pasamos de largo sobre ese suelo incitador y miramos la tarjeta de embarque, buscamos la puerta y como mucho miramos por la ventanilla para disfrutar de las vistas.

Jugar. Precioso verbo y magnífica actitud. Es una pena que lo olvidemos, poco a poco. De alguna forma en esta sociedad educamos en el juego sólo en edades tempranas y vamos perdiendo la capacidad de hacer que las personas sigan jugando, sigan disfrutando y sigan viviendo con éste ingrediente más del ansiado cóctel de la felicidad, en la edad adulta.

Dos ejemplos de ésto son estos dos anuncios publicitarios:



Emilio Duró fué el conferenciante de la charla "El coeficiente de opitimismo en tiempos de crisis" y que ha dado de sí éstos últimos post de este blog. Aunque hubo alguna que otra afirmación de Emilio sobre la que discrepo, en general me encantó su conferencia pero creo que le he hecho un flaco favor con mis entradas, que no pretendían otra cosa más que el divulgar su trabajo.

Mis más sinceras disculpas a quienes haya podido ofender o molestar con mis ideas u opiniones  en este blog . 

Y por último, salud y suerte para el 2012.