Allá por agosto de 2008, empecé con mucha ilusión un proyecto. Creo que quería ser yo misma y lo he acabado siendo. Cuando vuelvo la vista atrás y miro aquella sensación recuerdo que existía un motivo. La realidad lo ha diluido y vuelve a hacerme inalcanzable alcanzarlo.
Lo bueno de este blog ha sido perderle el miedo a este mundo de la tecnología y haber podido contar un tiempo de opiniones ajenas. Lo malo es que no he sabido darle calor a este lugar ni de hacer de las mías algo interesante. Al final he hecho cierto aquello de que no se le puede pedir peras al olmo.
Cierro oficialmente el blog y certifico la evidencia oficiosa de su final, y es que hay gente que no se entera y una es de ese tipo de gente. Casi nadie sabe que es un bicho raro hasta que lo descubre demasiado tarde.