jueves, 1 de enero de 2009

1 de enero ...


Es un año nuevo. Solemos celebrar con esperanza el futuro. Comemos, bebemos y reimos lo que se pudo [ ; ) ]. Chocolate Godiva, gin-tonic de Plythmouth entre las exquisiteces alcanzables que la vida ofrece. Un buen cigarro americano y una conversación de terraza para saberse segura de que ciertos momentos son irrepetibles. Sabores de una u otra forma que se traducen en placeres necesarios, y como placeres, breves y estupendos. Y detrás de un momento amargo viene otro más dulce y en la dulzura incierta ponemos nuestras esperanzas. Y en la esperanza suspiran mis horas y en el suspiro la pequeña angustia de saber que todo tiene un final. Brindé pues, antes de que todo acabe, por lo vivido, por lo sentido, por lo aprendido, por el querer, por el amor, por ser y por mis seres, presentes y ausentes, por los queridos y los amados, y surge la sensación de que todo empieza de nuevo, que algo va a suceder, que muchas luces brillan en la oscuridad, que el sol es necesario, que la luna también ilumina, sólo hay que saberla mirar y que después de cada final ahí está todo de nuevo... empezando... ¡¡¡¡ FELIZ AÑO!!!! !¡¡¡¡ SALUD!!!!

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