jueves, 17 de junio de 2010

Magia y neurociencia en la red.

"El mayor misterio de la magia se encuentra en nuestro cerebro" Susana Martínez Conde.


Hace tiempo que el programa REDES me tiene con la nariz pegada a la pantalla cada domingo a las 21 h en la 2 de Televisión Española. El pasado domingo sólo el título del programa ya me arrancó una sonrisa.



Recordé el libro que llevo leyendo en las últimas semanas, que comienza también con una frase "mágica":

"Cualquier persona está programada para ser feliz" (Fernando A. Fernández. Consejero – Director General UBS España, S.A en "El tiempo, la PNL y la inteligencia emocional" de José Mª Acosta).

Esta frase es la última a la que ando buscandole significado. Digamos que como frase está bien construida, pero cualquier persona que no sea experta en la materia, podría llegar a pensar es otro consejo de autoayuda más al uso.

Inicié la lectura del libro de José Mª Acosta y el propio autor dice algo parecido a que todo el mundo tiene derecho a bucar su mayor felicidad posible y que es nuestra actitud y nuestro comportamiento lo que acaba condicionando a nuestro cerebro hasta sentir lo que sentimos.

Si consideramos la "Felicidad" como objetivo estratégico, creo que podríamos establecer todo un plan, cargado de tácticas, estrategias y misión para que pueda ser alcanzado.

Al parecer, toda persona desde que nace es "programada" para actuar conforme a unos patrones universales que en el futuro, tanto de manera consciente como de forma inconsciente, le servirán a tomar las decisiones que necesita para resolver los problemas que se le plantean.

Bien, pues me ha parecido entender tras la lectura de este libro de Acosta que este proceso de programación puede ser nuevamente realizado, de igual forma que un obsoleto software puede ser remplazado por otro con mayor eficiencia, para resolver los mismos problemas, lo cual habría de contribuir a conseguir alcanzar nuestros objetivos mediante un proceso de toma de decisiones más consciente.

Empieza este magnífico libro explicando primero cómo es nuestro cerebro, si lo que queremos es "reprogramarlo" (para buscar la felicidad, para mejorar nuestra eficiencia personal o profesional o para mejorar nuestros procesos de toma de decisiones).

El cerebro tiene dos hemisferios cerebrales, cada uno de los cuales se encarga de gobernar una parte opuesta de nuestro cuerpo, especializándose en ello. Si alguna parte se avería, otra zona de cerebro podría asumir sus funciones en determinados casos, de tal forma que sólo sería necesario "volver a aprender" esas funciones que la zona averiada ya no puede cumplir.

El hemisferio izquierdo es el encargado de realizar los procesos de lógica, de análisis y los procesos sensoriales. Es la zona activa que percibe los detalles, los analiza, ordena, se encarga del lenguaje, las estructuras que lo componen y de gestionar el tiempo. Al parecer es como un mini o maxi "ordenador". Es el hemisferio de la lógica.

El hemisferio derecho es el que se deteriora más con la edad, se encarga de funciones propias como la síntesis, intuición, procesos paralelos, recuerda imágenes, música, colores, manifestaciones artísticas, rostros, mapas, ensoñaciones y los sistemas en conjunto. Es el hemisferio de la imaginación.

Lo que conecta a ambos hemisferios es el cuerpo calloso, que es un órgano que mantiene el equilibrio entre ambos. En el cerebro femenino este cuerpo calloso es de mayor tamaño (pista interesante).

Al parecer cuando el hemisferio lógico se distrae, los proceso de creatividad aumentan, no es casual que haya quien tenga sus mejores ideas en el baño, paseándose o justo momentos antes de dormirse. Se dice que Mozart cuando componía su música, solicitaba a su mujer para que le leyera algo para distraer su hemisferio cerebral racional.  

Buscando en Internet sobre el funcionamiento del cerebro dí con esto que comienza a ser tremendamente interesante a partir del minuto dos aproximadamente:



Después de verlo decidí que tenía que seguir leyendo el libro de Acosta para seguir aprendiendo sobre el cerebro y llegué al punto, en que después de leer sobre el cerebro límbico, el cortical y el reptiliano, llego a la parte en que se nos explica qué son las emociones (que se comunican involuntariamente casi siempre, porque no solemos acostumbrarnos a leerlas y són más o menos pasajeras), los sentimientos (que son estados del yo, con mayor caracter de permanencia, sin precisar estímulos) o la pasión (que se ubica entre emoción y sentimiento).

Es entonces cuando el término "Inteligencia Emocional" se introduce como aquello que nos permite:

1. Conocer mejor nuestras emociones (qué importante me parece esto),
2. tomar las riendas de nuestras emociones (o sea se puede aprender a que no nos dominen),
3. comprender los sentimientos de los demás (qué bonito ponerse en el lugar de la otra persona),
4. manejar cordialmente tus relaciones (tendríamos un mundo mejor si supiesemos cómo hacerlo),
5. o finalmente, desarrollar la capacidad de enfrentarse adecuadamente con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto.

El resto del libro ofrece una serie de consejos prácticos interesantes para aprender a programar nuestro cerebro de tal forma que con un nuevo comportamiento consigamos resolver aquellas situaciones cotidianas cuya solución demasiadas veces no se ajusta a nuestra necesidad de ser felices.

Sigue el libro de Acosta señalando que cada persona afronta los problemas de dos formas diferentes, una de ellas es analizar y buscar soluciones lógicas a los mismos y otras personas prefieren intuir soluciones globales de forma más creativa.

En síntesis podemos cambiar nuestro cerebro para cambiar el mundo:

5 comentarios:

Dejame que te cuente dijo...

ay....si yo pudiera ser capaz de conseguir manejar todos esos puntos necesarios apra la inteligencia emocional...¡¡¡
que diferente podria ser mi vida....



como te decia antes....excelente post...

gracias

Magia dijo...

Hola Fire, la buena noticia es que hay un pequeño error en la forma verbal que usas, no se trata de "si yo pudiera", en verdad lo cierto es que "puedes"... hacer diferente lo que desees si depende exclusivamente de ti. El temperamento es con lo que se nace, el caracter es lo que se forja, lo que se aprende con entrenamiento en la vida. Y si no me crees, en la próxima entrada, espero que alguien logre convencerte, alguien que por supuesto tiene más autoridad que yo y te descubrirá dónde reside el potencial de cada ser humano. Un saludo Flor y buena semana. :)

Maxi dijo...

Leyendo El Viaje a la Felicidad de Eduardo Punset, entre otras muchas cosas "descubrí" que si vives constantemente preocupado por que ocurra algo sobre lo que no tienes control no podrás ser feliz, porque te dominará el miedo a que ese suceso ocurra.

Hasta ese momento yo decía que tenía miedo a conducir, pero no era cierto, tenía miedo a tener un accidente. Leer eso en el libro de Punset, algo que puede parecer tan evidente, me ayudó a cambiar el chip. Ahora conduzco, y trato de no pensar en lo que podría ocurrir. Y soy más feliz, porque no me agobio pensando que al no conducir estoy limitada porque dependo de otros.

Y todo este testamento para decir que sí que se puede cambiar, sólo hay que querer.

Un saludo,

Maxi

Magia dijo...

Hola Maxi, encantada de verte de nuevo y más encantada aún por la experiencia que me cuentas. Enhorabuena por alcanzar aquello que estaba más allá de ese limite, no es nada fácil enfrentar los miedos. Mi felicitación más sincera.
Un saludo.

PD: Me alegra que te gustara el vídeo de la confianza.
Una pena que los peces no te hayan gustado.

Maxi dijo...

Magia, siento haberme expresado mal y dar a entender que no me gustaban los peces. Al contrario, creo que ayudan a darle un aspecto más estival y "entretenido" (por aquello de que se mueven) al blog.

Buen fin de semana.