domingo, 9 de enero de 2011

Por Vivir III


El día que me marché de casa comíamos en silencio con una Julia también más callada de lo habitual. Debía sentirse tan extraña como quienes le acompañábamos en esa mesa. Maca hacía tiempo que movía el tenedor, cambiando de un lugar a otro no muy lejano, la verdura de su plato. Aquel silencio y aquella manera de evitar mirarme hablaban por sus labios y yo sabía que seguramente estaría pensando aquello que yo más temía.

- No tengo hambre- dije- voy a preparar el café mientras termináis vosotras de comer y a ordenar un poco la cocina.

Julia me miró, le sonreí y volvió su mirada a su madre, que permanecía con la mirada perdida en aquel plato de comida que no se atrevía a probar. Me levanté, dejé mi plato y mi copa sobre la encimera de la cocina. Tuve que tomar aire profundamente para que la sensación de ahogo que tenía desapareciera. Tiré la comida a la basura, coloqué el plato y la copa en el lavavajillas, coloqué la cesta de la cubertería y al levantarme me sentí algo mareada. Tomé asiento en una silla junto a la mesa del desayuno. Me sentí tan impotente ante aquella realidad que vivía que no soportaba un segundo más sentirme tan ajena a la persona que más había amado hasta entonces. Fueron mis lágrimas, caídas sobre mis manos cruzadas en mi regazo, quienes me devolvieron de nuevo a aquella cocina. Las limpié y me fui al dormitorio en que llevaba durmiendo las dos últimas semanas. Preparé mi maleta y la dejé cerca de la puerta. Cuando regresaba al salón ya habían terminado de comer y Julia subía a jugar a la terraza. Maca estaba en la cocina y al verme volvió a evitar mi mirada.

- Se me olvidó poner el café ¡perdona!-dije abriendo el armario de la cafetera y disponiéndolo todo para cargarla.

- No quiero café. No voy a tomar café - dijo antes de salir para el salón.

La seguí con la mirada y cuando hubo desaparecido me descubrí pensando que aquella persona no pertenecía a mi mundo, que sólo lo conocido puede ser querido y yo me convertí en su memoria en alguien completamente extraña.

En aquella joven casa que creía nuestra, ni una sola fotografía daría fe de nosotras dos. En el poco tiempo que estuvimos juntas no creí necesario robarle un instante porque me bastaban todos los que reunía mirándola. La Maca que acababa de marcharse poco o nada tenía en común conmigo ahora. El silencio de la casa me sacó de aquel pensamiento. Salí de la cocina y la encontré sentada en el salón y, dadas las circunstancias, hice lo único que podía hacer entonces.


- Creo que ha llegado el momento en que debemos hablar.

- No me apetece hablar.

- Lo sé… Sé que… no quieres hablar… pero quieres decirme algo…

- …

- Te ahorraré el esfuerzo de que me lo digas. Conozco cuando quieres decirme algo y lo evitas.

-....

- Creo que te sientes obligada a algo… pero no puedes hacerlo... Creo que no quieres estar aquí.

- ....

- Creo que será mejor que me marche y que, seas quien seas ahora, luches por ser feliz de nuevo con tu hija y contigo misma... -me miró como quien mira a alguien que sabes que te quiere pero a quien no conoces- Me marcho y siento ser tan egoísta de hacerlo no por tu bien, sino por el mío.


En ese instante tuve que evitar su mirada, que permanecía atenta pero casi impasible. Volví a mirar mis manos, y vi brillar el anillo que intercambiamos hacía apenas unos meses. Quise cerrar la mano para llevármelo conmigo pero no me podía permitir el lujo de vivir de un pasado en el que ya nadie tenía fe.



Cuando salía de allí, lo retiré de mi mano y lo dejé sobre su otro regalo importante. Sobre la superficie brillante y negra de aquel piano dejé un anillo con su nombre, con todo mi amor enlazado y grabado entre sus teclas. Ahora, cargado en su interior de todas mis esperanzas, como un caballo de Troya. Acaricié su superficie intentando liberar mi alma de él y algo ardió en la yema de mis dedos para hundirse en mi pecho y escapar como agua de mis ojos. Recogí mi maleta y sin nadie casi se percatase de ello salí de la que yo había pensado que sería mi casa y la de mi familia.

Sentada ya en el interior del coche, dudé de adonde ir. No quería ver a nadie ni dar explicaciones así que decidí irme a un hotel al menos por esa noche. Una vez alojada en mi habitación me senté sobre el lateral de la cama que estaba próximo a la ventana de la habitación. Aún era de día y me daría tiempo a deshacer la maleta antes de bajar a cenar algo. Me apetecía llorar hasta hartarme pero no lo hice. En su lugar me preocupé por dejar bien colocada cada cosa en el armario y en la entrada del baño. Bajé al parking del hotel y al sacar el portátil del maletero volví a sentir el dolor agudo de mi rodilla. Tomé la decisión de preparar mi viaje a Barcelona para ser intervenida definitivamente a la mayor brevedad posible. No estaba a dispuesta a darme una tregua de autocompasión pensando en lo perdido. No derramaría una lágrima más ni me resistiría por más tiempo a mi destino. Era hora de empezar de nuevo, con otra vida, con la mía, con la oportunidad de vivir un mundo donde ella no lo fuera todo sino solamente… alguien más.

9 comentarios:

Sobrevivir dijo...

Gracias por seguir con esta historia, has empezado de una manera emocionante .

dsdmona dijo...

quiero más, más, más... lo quiero todo!!!

D.

PD: Se te echaba de menos escritora!!!

Magia dijo...

Hola Sobrevivir, ahí sigo con la historia, pasito a pasito, con algo más de lo que creía que me quedaba pero bueno, a ver si le doy un final digno a esta historia que ya empecé y que va necesitando su final. Me alegro mucho que te haya emocionado algo, la función de todo esto no es otra que la de entretener y agradar a quienes la siguen. Gracias por tus palabras. Un saludo y buena semana. Ciao :)


Hola Dsdmona, jajaja... bueno, no me atrevo a darte fecha para ese todo que compone el final, sólo te puedo prometer y prometo que faltan 5 capítulos para que todo esté para maquetar y unir. Después publicar será algo rápido. Gracias por tus palabras pero ese nombre me viene un poco grande. Un saludo y feliz semana. Ciao maja.

Maxi dijo...

¿No te habrás propuesto hacer cumplir lo de segundas partes nunca fueron buenas, verdad? Cómo me cuesta no sacar conclusiones anticipadas tras lo leído. ¿Por qué no habré parado nada más leer el título? Aisss!

Me alegra saber que tendrá un final y que podremos disfrutar de su lectura. Gracias, Magia. Un saludo.

Magia dijo...

Ja, ja... hola Maxi... me han encantado tus palabras:
Primero porque parece que insinuas que la primera parte fue buena, lo cual es muchísimo más de lo que yo pudiera esperar.
Segundo, esto que aparece aquí publicado es solo el impulso que escritura de un momento puntual que ni es el final ni es seguro que pertenezca literalmente a la historia.
Tercero, no sé por qué has terminado leyendolo, pero el que lo hayas hecho me indica que al menos tienes curiosidad y creo que esa curiosidad es el reto que me queda para con la segunda parte, con lo cual me compromete más a terminarla y a hacerlo con toda la coherencia que consiga para la historia.
Cuarto, me alegra verte por aquí, espero que tengas un buen año. Gracias a ti siempre. Un saludo y buena semana.

PD: Por cierto, lo de las conclusiones te recomiendo que lo dejes en cuarentena, muchas cosas pasan antes y después de este extracto. ;)

Anónimo dijo...

Pues yo apoyo lo dicho por dsdmona y también quiero más, por pedir que no quede y sabiendo que no te has olvidado de la historia que te traes entre manos… me conformo porque quiere decir que la vas siguiendo. Que es buena… no te lo pienso decir… que me encanta tampoco… que como escritora eres muy buena tampoco peeeeeero si quiero decirte que espero otro trozo porque este me supo a poco.
Cuídate… me alegro mucho que tu miedo desapareciera, que lo he leído ahí arriba y que tengas un buenísimo fin de semana y suerte para este próximo domingo…
Un beso artista.
Yo...

Magia dijo...

Hola señora Yo, ya sabe usted que hay algo cocinándose, que no podría olvidarme nunca de la historia. Intento encontrar lo que busco para completar un regalo incompleto que hace tiempo inicié. Respecto a mis miedos, uno de ellos me ha dado una tregua, a ver si al final se cumple aquello de que "soldado herido que se retira es soldado más experto en la siguiente batalla". Gracias siempre por tus palabras. Buena semana y un beso "joya". ;)

Anónimo dijo...

Me gustaria poder leer toda la historia
Un beso
Neblina

Magia dijo...

Hola Neblina, esta historia comenzó en un foro de fics y anda buscando un final que aún está elaborándose. Te dejo el enlace por su una noche te ataca el insomnio.

http://maca-esther.mforos.com/561352/9084492-por-vivir/

Creo que es un buen somnífero, ja, ja... ¡no se si patentarlo!
Saludos y buena semana.