La amistad

Hoy he querido dedicarle esta entrada a esto que se denomina "amistad" no se si es un sustantivo, un adjetivo o el nombre de un sentimiento.

A veces personas que están muy lejos son capaces de transmitir ese calor que produce que alguien pueda alegrarse de nuestras alegrias y acompañarnos en nuestras penas para no sentirnos solos en momentos amargos.

Y es que este sentimiento es también muy único y genuino y no es fácil encontrar esto en la vida. Este es un sentimiento con vocación de permanencia en las personas que lo sienten. Las circunstancias y el tiempo ponen distancias, pero los sentimientos siguen ahí, activándose cada vez que algo evoca a la persona que se aprecia.

El peor enemigo de la amistad es el desinterés, el no buscar motivos para la escucha, para el encuentro, para la charla, para acompañar y sobre todo, no querer saber de los demás.

Desafortunadamente en el mundo en el que vivimos, cada vez más competitivo, más exigente de nuestro tiempo, de nuestro esfuerzo no hay mucho espacio destinado a invertir en valores seguros en la vida, pero desde luego, quien no cuida sus amistades, las termina perdiendo, y pensando como en la canción de presuntos "cómo hemos cambiado".

Lo mejor de la amistad es sentirla, buscar el encuentro, la compañía y enfrascarte en largas conversaciones donde se puede expresar cuanto se siente y cuanto se piensa.

Lo mejor de la amistad es que incluso lo que no se quiere oir se dice con las palabras justas, en el momento adecuado para lograr que la comunicación no se rompa.

Lo mejor de la amistad es respetar lo que nos gusta y lo que no de las personas.

Lo mejor de la amistad es que alguien cuenta con otras opiniones.

Lo mejor de la amistad es la generosidad con que se hace todo.

Lo mejor de la amistad es sorprenderse porque nace donde menos se la espera.

Saludos y buenas tardes.