¿Cómo piensas?

Aseguran los expertos en esto de la ciencias del pensamiento que existes dos modalidades bien diferentes. Por mucho que cada persona tenga sus propias ideas, la forma que tenemos de adaptarnos a la realidad siempre la hacemos de la misma forma, o casi siempre. La forma clásica de pensamiento es el vertical, o sea, a la llana, es aquel pensamiento que ha creado una especie de patrones habituales en los que encajaría cualquier realidad posible. Por supuesto, todo dentro de una lógica. Este tipo de pensamiento sirve para adaptarnos a las novedades que la realidad del día a día nos proporciona. Se crea por aprendizaje, un molde, una forma de pensamiento que encaje con las realidades experimentadas. Estos patrones resuelven el conflicto de interpretación de lo novedoso. De alguna forma, interpretamos que tal o cual cosa entra en el patrón de pensamiento que se conoce, que es lógico, que es útil.

Como casi todo en la vida, esto tiene un pero. ¿Qué pasa cuando un acontecimiento novedoso no podemos encajarlo bajo la forma de ningún patrón lógico aprendido? ¿Cómo supera el ser humano el desequilibrio que se produce cuando una realidad desconocida no puede gestionarse? Esta minicrisis que se produce casi a diario, en todos y todas, parece que puede resolverse con otro tipo de pensamiento. La forma habitual de resolver un problema no tiene porqué ser siempre efectiva para resolver problemas de naturaleza similar. Surge pues, la necesidad de aprender otras formas de resolver el proceso adaptativo frente a la novedad. Surge una forma de pensamiento que rompe el camino preestablecido o dominante y que en muchas ocasiones nos lleva a la correcta interpretación de esa realidad.

“Iba yo para Villavieja y me crucé con siete viejas, cada vieja llevaba un saco, cada saco siete ovejas. ¿Cuántas viejas, sacos y ovejas iban a Villavieja?”

Si estás haciendo algún tipo de cálculo mental estás usando tu pensamiento vertical para resolver tu problema.

El pensamiento lateral, el otro tipo de pensamiento del que hablo, es aquel que deja la mente abierta a recibir toda la información disponible del problema. Es aquel que no entra directamente en la búsqueda de la solución, sino a cada dato le da su propio valor. No busca la respuesta absurda, al contrario, sus respuestas son más que lógicas, lo que ocurre es que el proceso de búsqueda de la respuesta no es tan lineal. Ningún saco, ninguna oveja, ninguna vieja iban para Villavieja. Era yo quien iba a Villavieja. Las viejas, los sacos y sus ovejitas salían de Villavieja.

Hay un experto en esto del pensamiento lateral; Edward de Bono. Es interesante su postulado. Parece que se ha establecido como nuevo paradigma la existencia de estos dos tipos de pensamientos. Hay tablas que explican sus diferencias. Y es realmente interesante, o a mi me lo parece.

Todo esto viene a cuento de algo, y es que, esto explica que no todo es blanco ni negro, que hay otras formas de pensar que también son útiles, válidas y respetables, que no siempre tenemos que resolver las dudas de la misma forma, que hay otras realidades no sólo la que nuestros ojos nos muestra, y que también merecen ser observadas, y ello puede lograrse con un pensamiento más creativo, menos dominante, menos lineal y también siempre correcto.

Así pues, ja,ja… para saber si alguien nos quiere, podemos inventar mil pruebas, mil situaciones que nos ayuden a descubrir la verdad, pero y si simplemente pedimos a esa persona que nos diga la verdad, … ¿Es vertical o tal vez, lateral la búsqueda de esta respuesta? Ja, ja… Saludos y que ustedes lo piensen bien.



(Youtube)
Como no sé qué le pasa a Goear, pongo este vídeo. Y si alguien quiere la canción, dejo este enlace:

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